Del bolsillo
Algo dijo Miguel que llamó mi atención. ¿De dónde sacaste eso?, le pregunté. De mis palabras, contestó. ¿Y de dónde sacaste esas palabras? volví a preguntar. Pues de mi bolsillo, abuelo, respondió, al tiempo que se metía la mano al pantalón. A ver, le dije. La respuesta fue la obvia: “No puedes verlas, porque son invisibles."
Más tarde, se organizó una partida de memorama . Fue la primera vez que jugó. Costó trabajo que esperara su turno para voltear las cartas, pues en cuanto identificaba un par, quería ganarlo.
Ya que aceptó esperar su turno, en una vuelta, una amiga de su madre abrió una carta y no recordaba dónde estaba el par. Miguel de inmediato le dijo donde. Está junto al conejo. El problema es que el único que recordaba dónde estaba el conejo era él, así que nos sorprendió a todos con esa memoria fotográfica que hereda de su tía Cinthia.
La foto que ahora incluyo muestra el golpe que se dio Miguel en su escuela. Como se ve, luce su ojo con orgullo
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home